Carl Jung afirmó que la Astrología consiste en la síntesis de todo el conocimiento del Mundo Antiguo. Se desarrolló en todas las civilizaciones como un lenguaje de arquetipos. La palabra "arquetipo" viene del griego "fuente" (arque), o "modelo" (tipo) que simboliza ideas u objetos del mundo, como por ejemplo un modelo de madre, o de padre, o de esclavo a los cuales se asocian un conjunto de características.

Los antiguos proyectaron estos arquetipos en el firmamento, a través de las constelaciones de estrellas, los planetas y una infinidad de otros elementos que hoy en día se interpretan para comprender a profundidad el mundo interior de los seres humanos y las naciones. Gracias a la Astrología y sus numerosos descubrimientos y lecturas que continúan abriendo caminos hasta el día de hoy, los astrólogos podemos leer el Universo en cada persona a partir de la posición de los astros del Sistema Solar en el instante de su nacimiento. A esta "radiografía" del cielo le llamamos carta natal y de aquí se desprenden una infinidad de mapas que muestran actualizaciones de nuestro desarrollo constante de la carta natal, así como a la misma carta bajo otro punto de vista. ¡Aquí te anoto todos los mapas internos en los que yo me sumerjo!

La Psicopedagogía es la ciencia que se encarga del estudio de los procesos de aprendizaje y la enseñanza. Además del estudio de los procesos de desarrollo cognitivo (a lo largo todas las etapas de la vida), la Psicopedagogía tiene tres objetivos prioritarios dentro de la práctica educativa: la prevención, la detección y la intervención en los problemas de aprendizaje. Sin embargo, la Psicopedagogía no solo está enfocada en atender a los alumnos con necesidades diversas; también a aquellos estudiantes que tienen dificultades puntuales en determinadas áreas académicas, o manifiestan problemas de integración social.

Para saber abordar los problemas de aprendizaje concretos del alumnado, mi acompañamiento psicopedagógico ofrece a sus estudiantes un amplio abanico de técnicas de evaluación y autoevaluación, enseñanza y acompañamiento, desde la observación empírica, juegos, dinámicas, tests y entrevistas, hasta la aplicación de pruebas psicométricas y cuestionarios con el fin de detectar el origen de la dificultad o estilo de aprendizaje del alumno, para posteriormente diseñar y ejecutar un plan de progresos.

• 10 años de trayectoria. Integro lo mejor de mi experiencia conociendo, aprendiendo y trabajando de la mano con alumnos y profesores en situaciones y con psiquismos distintos y con las herramientas aprendidas a lo largo de mi formación en Psicoterapia para evidenciar progresos académicos y emocionales en corto tiempo

• Recursos didácticos. Todo buen docente sabe que el secreto para aprender es hacerlo como jugando. Por eso, niños, jóvenes y adultos interactúan con una metodología variada compatible con su estilo de aprendizaje.

• Definición de un proyecto y metas claras. Las asesorías psicopedagógicas se guían por objetivos planteados desde un inicio. Antes de empezar, se identifica la inquietud del estudiante y se plantean avances realistas por etapas, tanto a nivel interno como en lo referente a resultados académicos, que transparenten mi buena labor como mediadora entre el individuo y la comunidad que propone un determinado aprendizaje o aprobar ciertas pruebas.

• Atención a la diversidad. La tendencia del sistema educativo es la de buscar homogenizar intelectual, psicológica y emocionalmente a los estudiantes con la finalidad de facilitar la gestión de la institución educativa, así como colocarlos u optimizarlos rápidamente para el mercado laboral. Sin embargo, al ofrecer servicios pedagógicos personalizados, identifico y acompaño en el estilo y ritmo de aprendizaje de mis estudiantes, para que puedan reconciliarse con el conocimiento.

• Recuperación de la motivación y curiosidad. Entendemos que todas las personas nacen con sed y ganas de aprender. Sin embargo, en el proceso de socialización, con frecuencia se pierden. Parte de mi tarea consiste en despertar el instinto de querer saber más que duerme en muchos estudiantes. Como ha sido ya numerosas veces probado desde la Psicología Educativa, sin emoción no se produce aprendizaje.

• Modificación de hábitos de estudio. Mis procesos apuntan a extender las buenas prácticas de estudio fuera de las horas de clase. Para lo cual, se diseña un plan de estudios que involucre la rutina y vida cotidiana del estudiante en pro de la autorregulación y responsabilidad en el uso de sus recursos, energía y tiempo a lo largo del día.

• Liberación de bloqueos psicoemocionales. En muchas ocasiones, las deficiencias académicas no provienen de la cognición, sino del autosabotaje. Desde esta mirada, el empoderamiento del estudiante es un asunto de vital importancia en el desarrollo de las sesiones de estudio.

• Red de apoyo. Cuando se trabaja jóvenes en edad escolar, e incluso con adultos, es importante involucrar a la familia en el proceso de aprendizaje de sus seres queridos. Esto cambia por completo la perspectiva del alumno con respecto de la importancia de su mejora.

• Orientación de aptitudes y autodescubrimiento. Confieso que uno de los temas que más me apasionan en Psicología es la Autorrealización, o plenitud vital producto de vivir acorde a nuestra esencia. Esta esencia se hace visible desde muy corta edad, y mis asesorías tienen finalmente por misión no solamente ayudar al alumno a satisfacer metas a corto plazo, sino a descubrir qué realmente le funciona y cómo esto se vincula y activa todos sus talentos. Esto forma parte de prepararlo para prescindir de mis servicios cuando él o ella se sienta list@ y perfilarse hacia el ser más auténtico, completo y feliz en el que se quiera convertir.